Los bomberos del servicio de extinción de incendios forestales de la Junta, el INFOCA, llevan lustros en guerra contra la administración andaluza, que les ningunea, les paga una miseria, ubica los retenes en edificios destartalados sin (ni siquiera) agua potable y desafía cualquier reivindicación laboral.
Precisamente fruto de estas protestas y del cierre posterior de algunos retenes se sucedieron los incendios más graves de la comunidad, como el de Riotinto-Berrocal (80.000 hectáreas hablando en plata).
Pues ahora, nuevamente, los empleados de varios retenes se han encerrado en Egmasa (Empresa de Gestion Medio Ambiental de Andalucía, negligencia pura) en protesta por su calamitosa situación laboral. Los bomberos de los Centros de Defensa Forestal de Valverde del Camino (que sofoca los fuegos del Andévalo oriental y Cuenca Minera) y de El Mustio (Andévalo occidental y Sierra Pelada) recriminan a esta empresa pública por la precariedad laboral y porque les abren expedientes "sin argumento", simplemente por protestar o hacer público su enfado.
La Junta de Andalucía les debe mucho (moralmente y también económicamente) a estos trabajadores, que son al fin y al cabo los que salvan a Huelva de ser pasto de las llamas.
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