Tras la actitud tomada por algunas cadenas de supermercados, que cobran la bolsa de plástico o las han eliminado, el consumo de éstas se ha reducido un 30% en Cataluña.
En esta comunidad, la mentalidad ya había ido cambiando en los últimos años, y muchas personas recuperaron el uso del carrito de la compra o de bolsas de tela. Incluso hay tiendas que las venden de diseño y causan furor.
Lo que hace falta es que algunos supermercados que no se han sumado a la causa lo hagan, y aquellos que se han retractado vuelvan al camino correcto (Carrefour las sustituyó por otras de fécula que cobraba y que ahora regala sin ton ni son).
Para hacer una simple bolsa de plástico (procedente del petróleo) se contamina muchísimo y se emplean además tintas ricas en metales pesados para que no destiñan al tacto. Una vez en el vertedero, son indestructibles aunque se quemen, ya que siempre quedan residuos.
Lo mejor es volver a usar el carrito, o comprar bolsas de tela, y que la única bolsa de plástico que acabe en el contenedor sea la de la basura.
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