No todo van a ser banderas azules de calidad ni cuidados arenales con los edificios a una distancia adecuada del mar.
Cada año, Ecologistas en Acción (bastante guerrillera en temas medioambientales, cosa que nos beneficia a todos) presenta una lista con los 40 casos de mayor degradación de la costa, a los que otorga una bandera negra simbólica.
Es un informe en el que ningún municipio quiere aparecer, y una bandera que ninguna playa desearía tener, pero muchos la merecen.
La inclusión en la lista se debe a vertidos incontrolados, obras, regeneraciones y saturación urbanística.
El informe destaca la playa de la Barceloneta como el lugar más transformado y que ha malgastado mayor dinero público de toda la costa, 60 millones de euros en 5 años. Igualmente vuelve a señalar la bahía de Portman (Murcia) como el lugar más contaminado del Mediterraneo por metales pesados. Y alerta especialmente sobre la situación del litoral de Cantabria, que vive una aceleración desbocada del proceso de urbanización.
Pero hay muchísimos casos citados en el informe que espantan con sólo leerlos. Puedes acceder al informe AQUÍ.
En los últimos 20 años, las zonas urbanizadas en la costa española crecieron un 50%. Nuestro urbanismo costero triplica al de Italia y Portugal. Cada vez menos paradisíaca, la costa española se ha convertido en una línea casi ininterrumpida de hormigón. Los bloques de apartamentos a pie de playa, los paseos marítimos usurpando espacio marítimo, los chiringuitos, la inexplicable proliferación de puertos deportivos y la degradación que todo esto provoca, hace que las playas tengan cada vez mayores problemas y la saturación de su espacio sea total.
Además según Greenpeace, aparte de lo ya construido, hay litoral recalificado para construir 20 millones de viviendas más. Es decir, ahora mismo hay suelo urbanizable suficiente para terminar de hundir la costa española.
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