Proliferan cada año como regalo de caprichosos adinerados, y su uso más inmediato es destrozar sistemas dunares de playas y parajes protegidos.
A eso se dedican los dueños de las motos de cuatro ruedas.
La situación puede verse cualquier fin de semana en cualquier recodo natural de Andalucía.
A tanto ha llegado y tantas críticas suscita, que muchos ayuntamientos y organismos están ya cerrándoles el paso al entorno natural.
En Punta Umbría se ha realizado un bordillo de madera de 30 cms de altura en todo el límite del paraje natural Los Enebrales con la carretera, para evitar que los quads arrasen con este ecosistema, que algunos tenían como circuito predilecto. En Hinojos el ayuntamiento ya ha prohibido la intromisión de quads en sus valiosos y centenarios pinares, marismas y el parque natural del Entorno de Doñana.
Además en la sierra, la gestión del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche está efectuando un cierre al tráfico de los más importantes senderos señalizados, por los que ya imperaban las motos de cross y los quads los fines de semana invernales.
De momento serán 12 senderos los que impidan el acceso de enemigos de la naturaleza sobre ruedas. La zona central de la sierra, la más turística, es la principal afectada.
Esperemos que esta medida y las posibles sanciones sirvan para ahuyentar a los moteros, aunque esto sólo signifique trasladar el problema a otro lugar.
10 septiembre 2005
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