A pesar de que la fecha para los posibles cortes de agua en la ciudad por la sequía se ha retrasado de marzo a mayo, y de que se está negociando traer agua de la desértica Almería, la ciudad ya está cerrando el grifo. Y se nota.
El ayuntamiento de la ciudad ha reducido a más de la mitad el baldeo de las calles por los equipos de limpieza, y se nota especialmente en barrios de vida nocturna como Raval, Gótico, Ribera y Paralelo/San Antonio. Ante la falta del agua a presión, los olores de pis, alcantarillado y manchas de basuras se están haciendo ya insoportables.
Debido a esta situación, muchos vecinos y comerciantes están limpiando por su cuenta la parte de calle que les corresponde, ya que el ayuntamiento ha pasado de hacerlo cada cuatro días, en vez de cada dos.
Los vecinos se quejan del incivismo y la falta de higiene, ya que a pesar de la reducción de limpieza, los transeuntes siguen orinando, tirando vino y vomitando en calles estrechas y plazoletas, que emanan un hedor insoportable.
El ayuntamiento también ha decidido cerrar las fuentes que no disponían de un sistema de reutilización del agua, como es el caso de la fuente de la Plaza Real.
Mientras tanto, existen quejas por pérdidas de agua en las tuberías que abastecen a Barcelona, y por escapes de agua como el ocurrido recientemente en Badalona, que continúa, y por el que se pierde agua potable suficiente para abastecer cada día a una ciudad pequeña(400.000 litros diarios). Y dicen que tardarán un año en sellarlo.
29 febrero 2008
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