No hay mejor campaña posible de Greenpeace para culpar a los líderes políticos del cambio climático: mostrarlos envejecidos, en 2020, pidiendo perdón por no haber hecho NADA para frenar el catastrófico cambio climático.
Y encima tener la valentía (y la pasta) para ponerlos en gran formato en el aeropuerto de Copenhague, el mismo al que esos líderes deben llegar para asistir a la cumbre sobre el clima.
MAG-NI-FI-CO
04 diciembre 2009
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