A las afueras de Huelva, cruzado el larguísimo puente sobre el Odiel, se ubicaba una pedanía del municipio de Aljaraque, a pié de marismas. Su nombre es Corrales.
Hará cosa de menos de 10 años, hartos de hacer adosados en otros núcleos, los especuladores convencieron al alcalde de Aljaraque de liberar terreno en este núcleo con espectaculares vistas de la capital y los esteros.
Una vez hecho, el crecimiento ha sido voraz y desafortunado, convirtiendo la apacible aldea de barracones mineros en un conglomerado de adosados, bloques de pisos y leroy merlines.
Pero algo se les escapó. La aldea era el final de una línea de ferrocarril minero y en ella se trataba el mineral, impregnando sus tierras de metales pesados. Los terrenos sobre los que ahora se levantan cientos de pareados de lujo no fueron descontaminados como deberían y así lo reflejan recientes estudios de, incluso, la Guardia Civil.
Unos estudios que la Junta de Andalucía, verdadera experta en tapar y quitar hierro a catástrofes ecológicas, se ha apresurado a poner en duda.
A pesar de una limpieza realizada recientemente, los análisis de las tierras que rodean los chalets siguen arrojando niveles de arsénico 30 veces superiores a lo aconsejable, plomo 79 veces superior y mercurio 65 veces superior.
Las muestras las tomó una empresa especializada ante el requerimiento del Seprona (Guardia Civil).
Las parcelas en las que se han hallado estos parámetros ya fueron supuestamente descontaminadas por la Junta, que había elaborado hacía años un estudio propio. Como vemos, la 'descontaminación' fue una auténtica chapuza propia de esta institución.
La Junta, en boca del polémico delegado de Medio Ambiente de Huelva, Juan Manuel López (que debió dimitir hace años y debería hasta ser juzgado en La Haya), resta importancia al estudio porque (dice) no ha sido elaborado por una empresa colaboradora de la Junta....o sea...porque no se podía amañar y esconder, como hacen con todo.
Por eso no les vale.
Si lo hubiera hecho una empresa de amiguitos de la Junta, dirían que no hay contaminación, y centenares de familias vivirían sobre un cementerio químico. Así es como se las gastan en Medio Ambiente en Andalucía.
Que lástima que los comisarios de Medio Ambiente de la UE no se den unas vueltecitas por Huelva o visiten a ecologistas y Mesa de la Ría, porque las atrocidades y barbaridades que llevan mas de 20 años cometiéndose contra la naturaleza y la vida de esta provincia (desde los despachos de la Junta) serían para sentarlos a todos en un tribunal penal internacional.
